lunes, 23 de julio de 2007

manantiales


El gelido amanecer contemplaba cada una de las criaturas, quienes no sospechaban las sorpresas de la ciudad,sus laberintos, y que cada paso que quisieran dar, estaba resuelto desde hace milenios.

El alma es demasiado grande para navegar sin compañia, pero la regla general es la soledad, y ya debes estar preparado para sentarse en su mesa, donde hay suficientes bocados para cada uno de nostros, y donde la marmota de vez en cuando arrasa con todo.

No se pude perderla fe si nunca la has tenido, pero puedes extraviarla por poco rato, para prestarla a algùn amigo o desconocido de buen semblante, me duele el pie.

me voy pero recuerden, el sol siempre estara ahi, almenos, eso dijo ayer, cuando ilumino mi cara rebosante de una dulce alegria sin sentido.


By Cristian Gonzalez

3 comentarios:

P@blo de Ovalle dijo...

Si es verdad que la regla general es la soledad, aunque estemos en contacto con todo lo demas. Es como ir caminado entre Pisco Elqui y Paihuano, acompañado por los distantes, las luces se cruzan pero no se molestan unas a otras. Muchos estan ahi pero se quedan en la berma: algunos se miran los zapatos, otros se encandilan con la luz, otros no ven nada. Pero el camino a la larga siempre es diafano para quien busca la inmensidad de lo real y va equipado con alma y fuego como lo has dicho. Y cuando los que se quedan rezagados te invaden con su incomprensong, solo queda mandar fruta y enviar saludos desde Frankfurt.

Unknown dijo...

La soledad q grande es esta palabra,a veces me siento tan sola y lo peor rodeada de tanta gente...
sabes escribes muy pero muy lindo q llegaste a mi corazon,espero q sigas asi tienes un gran talento.

gabri dijo...

nunca se está suficientemente solo

(aunque lo inverso sea del gusto y del goce)

me gustan unas compañías

pero más, mucho más, mirar la muralla